Entrevista: A Pesar de la Escalada de Asesinatos en Colombia, Este Sindicato de Trabajadores Agrícolas Lucha por el Derecho a la Tierra
FENSUAGRO o la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, es una federación de sindicatos de trabajadores agrícolas con sede en Colombia que aboga por los derechos de los trabajadores agrícolas, jornaleros, indígenas rurales y afrocolombianos. Luchan por una reforma agraria integral y por su derecho a vivir y trabajar en la tierra rural. Un derecho básico que se ha mantenido oculto a estas comunidades durante demasiado tiempo.
FENSUAGRO fue creado con el fin de unir el movimiento obrero y el movimiento de los trabajadores agrícolas, construyendo una coalición más fuerte que reconociera sus intereses y objetivos compartidos y no temiera protestar por su despojo. Sus esfuerzos por unirse en solidaridad con los trabajadores de Colombia han sido fructíferos, pero no sin sufrimiento. Desde sus inicios a principios de los 80, FENSUAGRO ha sido brutalmente un blanco para los grupos militares y paramilitares y ha sido ignorado por el gobierno colombiano que exige títulos de propiedad o impulsa medidas legales contra las personas que han trabajado la tierra durante generaciones.
El gobierno colombiano nunca ha cumplido su compromiso de respetar los derechos territoriales de los campesinos, indígenas y afrocolombianos. Hoy, el gobierno de Colombia prioriza la privatización de la tierra en beneficio de la agroindustria, los grandes terratenientes, la extracción transnacional (minería, petróleo, etc.) y los narcotraficantes. La tierra utilizada para los trabajadores agrícolas en pequeña escala no es de interés para el estado.
La semana pasada, hablamos con Elsa Nury Martínez Silva, activista campesina desde hace mucho tiempo y presidenta de FENSUAGRO para informarnos sobre los esfuerzos actuales del sindicato para ganar autonomía y ayudar a las personas a vivir en la tierra que les pertenece por derecho. Su lucha como colectivo se ha enfrentado con una violencia implacable. De hecho, entre 2016 y 2020 fueron asesinados 38 líderes y afiliados de FENSUAGRO. En el departamento de Cauca, 5 miembros fueron asesinados en 2020. En AFGJ, nos solidarizamos con FENSUAGRO y celebramos su protesta sostenida y su oposición a la violencia generalizada que continúa persiguiendo a los defensores de derechos humanos en Colombia.
¿Puedes contarme un poco sobre ti? ¿De dónde eres y cómo encontraste FENSUAGRO?
Vengo de una familia campesina que ha participado con FENSUAGRO desde sus inicios en los años 80. Cuando era niño, formé parte del programa juvenil de la organización. He trabajado en varios puestos en el sindicato. En un momento trabajé para elevar a las mujeres en ciertas regiones cuando era parte de la Junta Nacional de FENSUAGRO. Más tarde me volví parte del comité ejecutivo de FENSUAGRO y ayudé a organizar a mujeres y niños. En 2015 trabajé para avanzar en nuestros esfuerzos ambientales y en febrero de 2019 asumí la presidencia de FENSUAGRO. Como pueden observar, FENSUAGRO siempre ha estado en mi vida.
¿Qué hace FENSUAGRO? ¿Contra qué están luchando? ¿Por qué están peleando?
La guerra en Colombia se debe al reparto de tierras. La tierra en Colombia está controlada por “pocas manos” porque nunca se ha instituido una reforma agraria, porque el gobierno no cumple con el derecho social a la tierra y porque, lamentablemente, Colombia no quiere agricultura. que los trabajadores tengan voz y voto sobre la tierra. El gobierno quiere producir tierras que se adapten a los intereses comerciales.
En los años 80 firmamos una petición donde denunciamos que la violencia no es la respuesta. Creíamos que dialogar con las FARC, que la creación de esos acuerdos de paz generaría menos violencia. Hoy, sin embargo, vemos más violencia, más gente armada en todos los territorios llamados paramilitares/ Son las personas que asesinan a los campesinos, y defensores de la tierra, lamentablemente, porque esperamos que estén de nuestro lado, luchando junto a nosotros. Es difícil entender qué están defendiendo esos grupos armados cuando nos matan, ¿qué papel están jugando? El gobierno nacional tiene la responsabilidad de protegernos. En los lugares donde muchos de los defensores de nosotros hemos sido asesinados han estado presentes varias fuerzas policiales y militares. Así que tampoco están excusados en absoluto de participar en el asesinato de nuestro pueblo. Es difícil entender por qué no defienden a la población, por qué no nos protegen porque todos somos colombianos.
FORMAS DE APOYAR A FENSUAGRO
Aquí hay dos formas de apoyar a los miembros del sindicato en Colombia:
1) Enviar un correo electrónico a las autoridades colombianas y activistas internacionales de derechos humanos para exigir seguridad para los líderes sindicales y de movimientos sociales colombianos.
2) La Alianza por la Justicia Global ha trabajado con varias organizaciones laborales para construir la solidaridad con FENSUAGRO, incluyendo la aprobación de resoluciones, la organización de delegaciones laborales y la coordinación de dos viajes a los Estados Unidos (con dos visitas a la conferencia Labor Notes). También hemos emitido alertas urgentes cuando los líderes de FENSUAGRO fueron amenazados y hemos ayudado con éxito a salvar la vida de sindicalistas. Para obtener más información sobre cómo su local puede mostrar solidaridad con FENSUAGRO, envíe un correo electrónico a maya[at]afgj[dot]org.
¿Por qué la violencia? ¿De dónde y de quién viene?
Hay muchos intereses políticos y financieros que generan violencia contra los trabajadores agrícolas. Es difícil señalar con el dedo y decir que es solo por esto o esto. Son muchos los factores que convergen y, a veces, es difícil descifrar la totalidad de lo que está sucediendo. Lo que sí sabemos es que hay muchos grupos armados que defienden los intereses de los partidos políticos y de los narcos.
FENSUAGRO es una federación formada por personas que en sus inicios venían de cargos del gobierno agrícola, cargos municipales. En 1976 tomaron la decisión de separarse y crear una organización sindical que se afilió al sindicato principal [confederation- la CUT, o Confederación Unificada de Trabajadores] en ese momento para impulsar los derechos de los trabajadores agrícolas agrarios. A partir de 1976, se formaron sindicatos departamentales en Colombia. Los años 80 trajeron mucha violencia a la federación, muchos agricultores fueron expulsados de sus tierras, asesinados, detenidos. Este período hizo que los sindicatos se fortalecieran para proteger a los agricultores. En los años 80, reconociendo la conexión entre el movimiento obrero y el movimiento de trabajadores agrícolas, se creó FENSUAGRO cuando el movimiento sindical unitario se unió al movimiento sindical con el movimiento de trabajadores agrícolas.
En los 90 perdimos mucha infraestructura debido a la violencia. También nos solidarizamos con los colombianos negros. En 2013 participamos activamente en el paro agrícola nacional. Esta fue una huelga muy impactante que duró 54 días y eventualmente constituyó un movimiento étnico y popular agrario que es uno de nuestros esfuerzos unitarios que tenemos ahora. En 2016 se firmaron los acuerdos de paz. Los asesinatos de líderes de la federación y de campesinos indígenas han aumentado significativamente y continúan a pesar de esos acuerdos de paz. Creemos que ser agricultor no es un delito, ser líder social no es un delito. Hoy la gente es asesinada por eso. Ser agricultores que defienden el territorio nos convierte en objetivos y arriesgamos nuestras vidas. La lucha continúa. Seguimos planificando y preparando la reunión del congreso de la federación. Íbamos a hacerlo este año, pero debido a la pandemia lo hemos pospuesto, ojalá el próximo año. Seguimos abogando por el derecho a alimentarnos, a cultivar nuestros alimentos, a obtener alimentos. Creemos que la defensa de la tierra debe tener lugar en nuestra tierra Colombiana.
¿Cuáles son las esperanzas y las luchas actuales de FENSUAGRO?
En FENSUAGRO propusimos cuatro reformas agrarias. Todavía tenemos que ver que se cumplan. El primero es el acceso a la tierra, para tener acceso a la tierra exigimos la formalización de la propiedad de esa tierra, de que los trabajadores del campo traigan ese papeleo para que puedan reclamar esa tierra. En segundo lugar, creamos un fondo para ayudar a los trabajadores agrícolas a obtener tierras que de otro modo no tendrían acceso porque no pueden pagarlas. Es un fondo para vender terrenos. En tercer lugar, devolver la tierra a aquellos a quienes se la quitaron. Algunas personas que han regresado a su tierra y la han revitalizado fueron asesinadas. El apoyo a la tierra para los trabajadores étnicos no ha aumentado de ninguna manera por parte del gobierno. Queremos que la federación sea reconocida como víctima del conflicto, de la violencia. Hay una comisión investigadora que se ha preocupado por nosotros. Queremos justicia, queremos reparaciones, no queremos que continúe la violencia. El cuarto punto reconoce que hay más problemas con la producción de coca donde no hay injerencia del gobierno. Pedimos que el estado se centre en la salud y la educación. El estado no prioriza la salud del agricultor. La tierra ha sido envenenada. Todo esto afecta a la federación y no ha sido reconocido por el gobierno.
En FENSUAGRO luchamos por el derecho a la alimentación, el derecho al cambio ambiental. Luchamos para que los jóvenes estén en la tierra, por la educación. Nuestros esfuerzos requieren mucho, pero lo que realmente necesitamos es unidad. La unidad entre la granja y la ciudad.
¿Puede contarme un poco sobre la violencia y la represión que han enfrentado miembros de FENSUAGRO?
Cuando sucedieron los acuerdos de paz, nos preocupaba que vinieran grupos paramilitares a vigilarnos. La única acción que ha tomado el gobierno es con los militares y su incapacidad para invertir en ayudar a la gente. La persecución de los agricultores y los sindicatos ha sido clara. Nos relacionaron con la guerrilla porque no estábamos de acuerdo con el gobierno. Con la orden de quedarse en casa en Colombia, los trabajadores agrícolas que se quedan en casa están en gran peligro. No pueden cruzar un río. Los paramilitares van a sus casas y los asesinan sin que nadie se entere, por la orden de quedarse en casa debido al confinamiento del Covid. Es horrible. Las víctimas de FENSUAGRO no son solo líderes del sindicato, sino también sus familias. Esto se ha vuelto mucho más evidente con la pandemia. La pandemia no nos está matando, los paramilitares nos están matando. Necesitamos que los colombianos comprendan que los acuerdos de paz deben significar paz para todos. No podemos seguir nombrando a las personas que han muerto, o viendo crecer las estadísticas, necesitamos que se instituya la paz. Muchos de nosotros no sabemos qué es la paz en este país. No sabemos qué es eso ni cómo se ve. No hay ningún compromiso por parte del gobierno para resolver los problemas y conflictos de este país. En FENSUAGRO existimos como un llamado a la acción por los derechos de todas las personas en todas partes.
¿Puede contarme un poco sobre los esfuerzos de FENSUAGRO para mejorar el papel de las mujeres en la lucha?
Dar a las mujeres el espacio para ser miembros de alto rango de la Unión es muy importante. Priorizar su participación es muy necesario para el trabajo de transformación que estamos tratando de hacer. Nosotras, como mujeres, siempre nos hemos solidarizado unas con otras. También reconocemos que los hombres que nos apoyan también son un factor importante. Todos necesitamos apoyarnos unos a otros, esa es la verdad. Tener una presidenta en FENSUAGRO muestra a todos que las mujeres son capaces y son vitales para la continuidad de la Unión.
¿Cómo pueden apoyar a FENSUAGRO los sindicatos de los Estados Unidos?
La solidaridad que los estadounidenses pueden brindarnos es muy importante y necesaria. Da voz a nuestra lucha y reconocimiento. Esta entrevista ayuda porque arroja luz sobre lo que nos está sucediendo, lo que está sucediendo en nuestra tierra. Gracias.
Maya Hernández es Co-Coordinadora Nacional de Alliance for Global Justice.