Noticias Laborales

Semana de 24 junio de 2013


El Movimiento ‘Vote No’ envía a los Negociadores de UPS de regreso a la Mesa de Negociación

El más grande contrato sindical en los EEUU está en espera en UPS (United Parcel Service) gracias al movimiento Vote No de los Teamsters de base.

Los miembros votaron apretadamente por aprobar el contrato nacional con UPS, que cubre 235,000 Teamsters, de 53 a 47 por ciento. Pero los miembros rechazaron 18 acuerdos contractuales regionales y locales. Todos estos contratos necesitan ser renegociados, re-votados, y aprobados por los miembros antes de que el acuerdo nacional entre en vigor.

Sesenta y tres por ciento de los Teamsters de UPS están cubiertos por contratos locales que fueron rechazados.

Aunque el jefe negociador Ken Hall había prometido que no habría incrementos a los costos de atención de la salud, el contrato incrementa los costos por $ 140,000 usd a los trabajadores de UPS. Fue rechazado notoriamente en muchas de las áreas en donde los recortes entrarían en vigor.

Pero el cuidado de la salud o era el único problema. UPS ha hecho grandes ganancias durante la recesión, incluyendo $ 3.5 billones el año pasado, mediante recorte de trabajos de tiempo completo e incrementando el hostigamiento y el exceso de horas extras.

El movimiento nacional de base Teamsters por un Sindicato Democrático, que tiene una fuerte base en UPS, dicen que los rechazos dan poder para mejorar el contrato.

Los empleados de UPS están manteniendo reuniones organizativas y manifestaciones –y circulando peticiones que dicen: “Seguiremos Votando No Hasta que UPS lo haga Bien.”


Las Huelgas en la Comida Rápida: ¿Cuál es la Estrategia?

Los Trabajadores de Servicios (SEIU) han apoyado huelgas cortas de los trabajadores de comida rápida en siete ciudades en los últimos dos meses. Las huelgas parecen venir de ninguna parte cuando la primera irrumpió en Nueva York el pasado noviembre, pero ellos eran parte de unos esfuerzos coordinados del sindicato de servicios SEIU, el cual ha estado proporcionando fondos como parte de su proyecto ¨Pelea por una Economía Justa.¨

La comida rápida es un objetivo poco adecuado para el sindicato, debido a la alta rotación y la complicada estructura de la propiedad de la franquicia. Y el camino a seguir es incierto, dicen los organizadores. Lo único que parce seguro es que las típicas elecciones sindicales no funcionarán.

El sindicato está financiando grupos en cuando menos 10 ciudades para contratar organizadores. En algunas ciudades los grupos fueron creados por SEIU; en otros casos no están relacionados. El sindicato envía personal a entrenar organizadores y coordina los esfuerzos con llamadas telefónicas a nivel nacional. En Nueva York, por ejemplo, un grupo local contrató a 40 organizadores en el sector de comida rápida la pasada primavera.

Inicialmente ellos hicieron contacto con trabajadores pidiéndoles que firmaran una petición para una campaña para vivienda accesible. Usando esos nombres y teléfonos, los organizadores les llamaron y se reunieron con los trabajadores durante el verano y el otoño.

La campaña en el sector de comida rápida inicialmente se enfocó en Nueva York y Chicago, pero una investigación con esos trabajadores mostró que una gran mayoría estaban a favor de la sindicalización. Fue entonces cuando SEIU expandió el esfuerzo a muchas más ciudades.

Un elemento importante es el apoyo de los líderes de la comunidad como el párroco y los miembros del consejo municipal. Cada trabajador que hizo huelga en St. Louis, por ejemplo, regresó con una delegación de estos líderes.

En la mayoría de los casos, los partidarios de la comunidad entregan anticipadamente cartas a los gerentes, diciéndoles que los trabajadores van a ir a la huelga y por qué.

En general, el esfuerzo parece destinado a organizar a trabajadores de bajos salarios no en un sindicato sino en una fuerza que puede extraer ganancias de los gobiernos locales, tales como un aumento del salario mínimo de la ciudad, o una ordenanza de la ciudad requiriendo pago por licencia por enfermedad.

Los huelguistas del sector de comida rápida públicamente están demandando $ 15.00 USD por hora, una cantidad audaz que ahora es más o menos el salario medio anual de los EEUU. Los observadores de la campaña esperan que el sindicato comprometa recursos de manera sostenida, y no abandonen a los trabajadores si las metas legislativas no se alcanzan inmediatamente.

“Si el objetivo realmente es incrementar el salario mínimo [a nivel legislativo], es importante que los trabajadores sepan que es eso por lo que están peleando ahora.” dijo Bill Fletcher, Jr., Presidente de la coalición National Retail Justice Alliance (Alianza Nacional de Justicia para el Sector Minorista).