Luchar Contra el Desalojo Cuando Tu Casa Es Tu Lugar de Trabajo

Estaba atardeciendo cuando María Estévez le dio la bienvenida a 30 partidiarios en frente del pequeño jardín de su hogar de 10 años, que comparte con su familia en Boston; el cual estaba decorado con pancartas bilingües de colores vivos, con lemas como "Rechaza el Ataque del Banco." Los partidarios estaban presionando Banco Chase para que la familia Estevez permanezca en su hogar.

La amenaza de desalojo es doblemente cruel para María Estevez, ya que pone en peligro no sólo su residencia, sino también su fuente de ingreso, ya que en este mismo hogar ella tiene un centro autorizado de cuidado infantil; donde ella ha proveído cuidado a más de 35 niños y ha empleado a dos educadores de educación de la edad temprana en los últimos 9 años.

Después de la ejecución hipotecaria del 2010, el Chase ha sido el propietario de la vivienda y ha intentado en varias ocasiones de desalojar a su familia. Ella se ofreció a alquilar o comprar de nuevo su casa en base a su valor del mercado, pero Chase se negó a negociar.

Es evidente que el banco no contaba con los años de experiencia que tiene María Estevez ayudando a organizar a los trabajadores de servicios dentro de su unión, la Local 509 (SEIU, por sus siglas en Inglés). A pesar de que ella había visto a muchos de sus vecinos intimidados por los bancos a salir de sus casas, no obstante se abstuvo de aceptar un acuerdo de mudarse e irse tranquilamente.

En el 2009, incluso antes de que su casa sea embargada como resultado de un préstamo depredador originado por los desgraciadamente famosos y ya desaparecidos bancos Countrywide y Washington Mutual, Estevez se unió a la Asociación de Inquilinos de Bancos para los pequeños propietarios de viviendas reposeídas por los bancos.

Esta asociación es un proyecto que pertenece a la organización de justicia habitacional, City Life/Vida Urbana. Steve Meacham, el coordinador de organización del grupo, comenzó su carrera en la unión de astilleros, en Boston. Cuando él se convirtió en un activista de la vivienda, adoptó el lema "¡Una unión en el trabajo y una unión en la casa!"

ACCIÓN MUTUA

Bajo la ley de Massachusetts, los propietarios de viviendas pueden aumentar los alquileres tan a menudo como quieran y desalojar a los inquilinos sin ningún motivo—al igual que los empleadores no sindicalizados. Las asociaciones de inquilinos, como aquellas organizadas por City Life, han sido capaces de ganar esencialmente acuerdos de negociación colectiva con los propietarios, explicó Meacham.

"Así cuando el sindicato negocia los aumentos salariales y evita despidos injustos durante un contrato, la asociación de inquilinos negocia límites de incremento de renta e impide desalojos injustos en un contrato," dijo. "Hemos adaptado este modelo de organización para construir una asociación de inquilinos para las personas que residan en viviendas cuyo propietario es un banco, con el fin de luchar por soluciones colectivas a la crisis hipotecaria."

Cuando una casa es embargada, legalmente el banco tiene los derechos y responsabilidades de un propietario - que incluye tanto el deber de realizar las reparaciones y el derecho a desalojar.

En la Asociación de Inquilinos de Bancos, los inquilinos y los ex-propietarios de viviendas embargadas por los bancos se conectan entre si para darse apoyo mutuo y realizar acciones colectivas. El grupo los vincula con servicios legales para luchar en contra del desalojo en el tribunal, y les ayuda a escribir una declaración de su demanda a ser presentada a la persona empoderada de tomar decisiones en su caso—y se les envía copias a sus representantes electos. La asociación aboga por leyes y políticas públicas que protejan a los pequeños propietarios de hogares y, lo más importante, les ayuda a presionar a los bancos a través de la protesta pública.

Este modelo ha sido replicado en otras ciudades a través de la red Trabajadores y Residentes de Nueva Inglaterra Organizados Contra el Desplazamiento (NEW ROAD, por sus siglas en Inglés) y al nivel nacional mediante la Alianza Derecho a la Ciudad.

El sector de los negocios familiares de cuidado infantil ha sido duramente golpeado por la crisis hipotecaria, y esto ha provocado que las asociaciones de inquilinos comiencen a trabajar muy de cerca con la unión de las proveedoras de cuidado de niños. Springfield No One Leaves/Nadie Se Mude, un grupo en contra de los desalojos en el noroeste de Massachusetts, ha llevado cuenta de 10 centros familiares de cuídado de niños que están siendo amenazados o han sido cerrados por los embargos hipotecarios en esta ciudad en el último año.

Patricia Daniel, residente de Springfield, era un miembro de la Unión 509, con la esperanza de ver el primer contrato histórico entre el Estado y la Unión de los trabajadores de cuidado infantil (el contrato está en proceso de negociación). "Las proveedoras de cuidado infantil ponemos nuestros corazones en nuestro trabajo, que es mal pagado por nuestras largas horas de estar no sólo siendo maestro, sino también conserje y cocinero," dijo Daniel.

Pero cuando su marido falleció en 2010, ella se quedó responsable de una hipoteca de tres veces el valor de la propiedad. El banco se negó a modificar los términos.

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Fannie Mae se hizo cargo de su casa, donde ella cuidó de cuatro hijos, en 2011. Como no quería arriesgar su licencia de cuidado de niños, ni la seguridad de sus estudiantes, debido a la negligencia del banco en la propiedad, Daniel a regañadientes cerró el negocio. Ella es una líder en Springfield Nadie Se Mude y está luchando contra su expulsión después de la ejecución hipotecaria.

NEGLIGENCIA DEL BANCO COMO DUEÑO

El empleado de City Life, Antonio Ennis liderea una campaña de tocar puertas en las casas, en los vecindarios de Boston donde hay la mayor concentración de ejecuciones hipotecarias. En noviembre, se conoció a una mujer en Dorchester cuyo negocio de cuídado de niños había sido cerrado por una inundación de aguas negras en el sótano, que el propietario Fannie Mae no había tomado ninguna medida para limpiar.

Ennis recluta a tales residentes para el movimiento por la justicia habitacional e insta a que se unan y participen activamente en su sindicato.

Si la Unión 509 puede ganar un contrato con un mejor salario y las prestaciones, pondría a sus miembros en una posición más fuerte para negociar con los bancos que realizan las ejecuciones hipotecarias, y así estabilizar sus viviendas.

"Nuestra asociación con Vida Urbana ha traído nuestra defensa en nombre de las proveedoras de cuidado infantil en el hogar a un nuevo nivel," dijo Isabel González-Webster, directora de servicios de campo para las proveedoras de cuidado infantil de la Unión SEIU 509. "Nuestros esfuerzos conjuntos están ayudando a proteger no sólo los hogares de las proveedoras, sino su capacidad para ejercer su oficio, y el servicio que prestan a sus comunidades también."

Naír Alabachian de Lynn, Massachusetts, es otro miembro de la Unión 509, que no es ajeno a una pelea.

Entrenada como maestra en su natal Bolivia, Alabachian dirigió su pasión por la enseñanza a la creación de un centro familiar de cuidado infantil de primer nivel. Se unió a la Unión 509 para abogar por más recursos y financiación para las proveedoras y los padres.

Pero todo se estremeció cuando se retrasó en sus pagos de una hipoteca inflada. Después de ser necesario volver a aplicar 10 veces para una modificación del préstamo, la familia Alabachian pensó que finalmente había resuelto sus problemas cuando el banco comenzó a aceptar el pago de una modificación temporal, solo para luego negarles la modificación permanente.

Embargada la propiedad y con lágrimas en sus ojos, Alabachian finalmente confió en un amigo, quién la llevó a la reunión semanal de Lynn United for Change, que lucha contra los desalojos. Ahí es donde todo se cambió. Alabachian evitó el desalojo y mantuvo su negocio de cuidados de niños abierto. Ahora ella es activa tanto en Lynn United for Change como en las negociaciones del contrato de su unión.

Ella vive por el dicho grabado en las monedas Bolivianas, "La unión hace la fuerza."

ESPADA Y ESCUDO

En la vigilia de la familia Estévez, proveedoras de cuidado infantil y organizadores de la Unión 509 se mezclaron con los propietarios de viviendas embargadas y los activistas de derechos de los inquilinos.

El Concejal y candidato a alcalde Félix Arroyo, ex-empleado de la unión de conserjes, vino a la vigilia para brindar su apoyo. Aunque Arroyo no ganó las elecciones para alcalde, su ley "Invertir en Boston" fue aprobada en octubre y anuló el veto del alcalde saliente. Ahora está prohibido que se depositara el dinero de la ciudad en aquellos bancos como el Chase que persiguen los desalojos después de la ejecución hipotecaria.

Estévez sostuvo en alto una espada de plástico y el escudo, y se comprometió a seguir luchando.

María Christina Blanco es una organizadora de la comunidad de City Life / Vida Urbana. Traducción por Domingo Franco.

A version of this article appeared in Labor Notes #417. Don't miss an issue, subscribe today.