Trabajadores de Limpieza en Boston Dicen que el Acuerdo que Terminó su Huelga no es una Victoria

El 9 de noviembre, trabajadores de la limpieza en Boston ratificaron un contrato de cinco años dos semanas después de terminar una huelga de 23 dias que atrajo atención nacional. Los administradores de la union de los trabajadores de la limpieza, Service Employees International Union (SEIU) Local 254, dijeron que el acuerdo fue una victoria porque le ofrece seguro de salud a 1,000 mas trabajadores de tiempo parcial.

Aun así, muchos trabajadores de limpieza han expresado enojo y desilusión con un acuerdo que ellos dicen los mantendrá con pagos estancados por cinco años. En un proceso de ratificación que duró una semana, menos de 800 de los 12,000 trabajadores eligibles votaron.

DE HUELGA

Por 23 dias, los trabajadores interrumpieron el trafico con manifestaciones que incluyeron hasta 2,000 miembros y apoyantes. Huelgistas hicieron desordenes en los edificios y mantuvieron líneas de piquete diciendo "¡Que limpien los jefes! ¡Estamos en huelga!"

Aproximadamente 50 apoyantes de la comunidad fueron detenidos por actos de desobediencia civil durante la huelga. Las acciones incluyeron paros de tráfico semanales planificados por SEIU y el cierro por un dia del trabajo de los contratistas de limpieza operando con esquiroles organizado por Trabajos con Justicia.

El nivel de apoyo comunitario no tenía precedente en Boston, de acuerdo a Lara Jirmanus de Trabajos con Justicia en Massachusetts. "Todos, desde la Alianza Ministerial de Afro-Americanos hasta Oxfam America ofrecieron su apoyo a los trabajadores," explicó Jirmanus. "La coalición fue más grande y diversa que cualquiera otra que hemos visto."

El tamaño y espíritu de las actividades de apoyo dió a creer a muchos de los apoyantes en la comunidad que la huelga fue un éxito, pero en cambio, muchos de los activistas entre los trabajadores de la limpieza se enfocaron más en los términos del contrato.

ESTRATEGIA

La huelga se enfocó en UNICCO, el contratista más grande entre un consorcio con quien estaba negociando la union llamado los Contratistas de Mantenimiento de New England.

Aun el apoyo comunitario y la atención de la prensa nacional, la huelgo solamente movilizó una fracción de los miembros. Los líderes de la union dijeron que a sus alturas, la huelga involucró a 2,000 de los 12,000 trabajadores. Lourdes Hernández, que limpia uno de los edificios más grandes en el centro de Boston, estima que el total nunca fue más de 1,500. "Si hubieran participado más, hubiéramos ganado más," dijo Hernández.

De acuerdo a trabajadores de la limpieza, pocos estaban dispuestos a ponerse de huelga porque los lideres diseñaron la huelga sin consultarlos. "Había mucha confusión acerca de las reclamaciones, y no había suficiente información," dijo Juana Benavides, quien limpia un hospital en el centro de Boston. Los trabajadores daban prioridad a los sueldos, mientras que los lideres se enfocaron en el seguro de salud como la reclamación principal.

Jill Hurst, la directora de equipo de la Local 254 dijo que la mayoría de los trabajadores no se pusieron de huelga porque los lideres no se lo pidieron. "Nos estábamos enfocando en ciertas compañías," explicó Hurst. Un miembro de equipo de SEIU dijo "Los edificios se estaban limpiando. Eso nosotros lo sabíamos. Pero de veras no importa cuantos miembros estaban de huelga. Lo que importó fue la presión política."

Organizadores de la unión dijeron que la unión solo se enfocó en pocos contratistas porque no tenían la capacidad de movilizar a la mayoría de los miembros.

Rocío Saenz, Administradora Diputada del Local 254, notó que la unión solamente tuvo un año para organizar la huelga. La Unión Internacional de SEIU puso la local bajo supervisión administrativa en la primavera de 2001. "Esto fue más como organizar miembros nuevo que como luchar por un contrato," explicó Saenz. "Estabamos involucrando gente en la union."

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La Local 254 contrató a decenas de trabajadores como organizadores de tiempo parcial, y creó un Comité de Acción para el Contrato compuesto de 200 trabajadores. Pero los trabajadores no fueron incluidos en las discusiones de estrategia y el Comité de Accion para el Contrato fue excluido de las negociaciones durante la huelga. Un grupo pequeño de organizadores de SEIU negociaron el contrato final, aun que entre los miembros de la Local 254 se encuentran muchos sindicalistas veteranos de Latino-América.

Al fin, el liderato le presentó un acuerdo tentativo al Comité de Acción para el Contrato, que votó por terminar la huelga; no hubo discusión que incluyera a los miembros. Después que los miembros regresaron a trabajar, no hubo ni una junta general de los miembros para discutir y votar por el contrato, pero en vez, reuniones en el trabajo y setenta sitios para votar. En una reunión, los trabajadores salieron enojados, gritando "¡No se pudo!" - una respuesta a la "¡Si si puede!" de la union.

EL CONTRATO

"La mejor parte del contrato," dijo Hurst, "es que 1,000 trabajadores más de tiempo parcial van a tener seguro de salud." Estos beneficios le aumentarán el precio de labor a los contratistas. Pero, los beneficios empiezan en 2006, tres años después de empezar el contrato de cinco años.

La union reclamó seguro de salud en parte para ganar trabajos de tiempo completo. Aumentando beneficios para los trabajadores de tiempo parcial estaba supuesto darle incentivo a los jefes para convertir trabajos de tiempo parcial a tiempo completo. Desde el tiempo que los 1,000 trabajadores de tiempo parcial calificarán para el seguro de salud en 2006, hasta el final del contrato, el costo de los pagos de seguro caerá de 50% a 38% del costo de los pagos para los trabajadores de tiempo completo. Dos trabajadores de tiempo parcial serán más baratos que uno de tiempo completo.

Para muchos trabajadores, la desilusión más grande del contrato es el pago. "No recibimos nada en dinero," dijo Benavides. Trabajadores que trabajan entre quince millas de Boston recibirán aumentos de promedio de 55 centavos cada año, mientras que otros mas lejos recibirán aumentos de promedio de 45 centavos. Estos aumentos de 5% casi ni alcanzan el alto costo actual de vivienda en Boston. Después de cinco años, trabajadores en el grado más alta de pago ganarán $12.95-$13.10 - pagos que acaso constituyen un pago suficiente para la vivienda en Boston hoy, no en los años que vienen.

Saenz dijo que la unión logró incluir a 4,000 trabajadores más en el grado más alto de pago que los contratistas querían. Para conseguir esta meta, la union se puso de acuerdo a extendir los aumentos sobre cinco años en vez de tres. Hurst admite que "un contrato de cinco años no fue lo que queríamos." Con una espera de cinco años adelante, es posible que la unión no podrá lograr más poder en las próximas negociaciones.

Al fin, el contrato fue ratificado 622-103 después que los miembros fueron mandados de regreso al trabajo y el ímpetu de la huelga se había perdido. "La mayoria de mis compañeros de trabajo no están contentos con el contrato," dijo un trabajador Salvadoreño que trabaja en una universidad en Boston. "Los trabajadores no votaron en contra del contrato porque tenían miedo de ponerse de huelga otra vez."

Benavides explicó las razones porqué no votaron sus compañeros de trabajo: "Estaban enojados. Dijeron '¿Votar para qué?' Ahora ellos no quieren nada que ver con la union."

De acuerdo a Hurst, "No es bueno que la gente no vote, pero eso es típico cuando la gente está satisfecha."

DESPUES DE LA HUELGA

Este contrato es un producto de la supervisión administrativa que prometió reformar el Local 254. Bajo el presidente anterior, Eddie Sullivan, la mayoría de trabajadores nunca vieron un representante de la unión y campañas de contrato no existían. Saenz dice que esta campaña fue un "primer paso" hacia un local más poderoso y con más participación, y SEIU ve la huelga en Boston como el futuro de la union.

Pero los trabajadores que salieron de huelga y sienten como que perdieron no están de acuerdo. De acuerdo al trabajador de la universidad, "Algunas personas de por afuera ven esto como un primer paso. Pero muchos trabajadores tienen miedo de ponerse de huelga de nuevo o de pedir más." Algunos les han dicho a los organizadores que no van a participar en las actividades de la unión en el futuro. Benavides dice que sus compañeros de trabajo se "quieren deshacer de la unión."

Antes de la huelga, SEIU formó una nueva local solo para los trabajadores de la limpieza - la Local 625 - con fin de seguir la supervisión administrativa. Saenz explica que fue imposible realizar elecciones para nuevos oficiales mientras se acercaba la huelga, pero que la local está formando estructuras permanentes de delegados sindicales y un plan de varios años que incluirá elecciones. Se espera que ella se postulará por la presidencia, pero es posible que tendrá oposición de algún candidato de entre los trabajadores.

Amy Offner, co-editora de la revista Dollars & Sense, ha trabajado como organizadora por SEIU.